Por Jheffres Reyes
Origen de la Alianza Atlántica:
A pesar de que en 1945 se creó la ONU con el objetivo de preservar la paz y la seguridad internacionales, se produjo la reorganización de algunos Estados en torno a la seguridad territorial de sus territorios ante la amenaza que representaba la URSS y su empresa de propagar el comunismo a todo el mundo. En ese orden, el primer organismo internacional que se creó fue la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) el 4 de abril de 1949. La segunda en surgir fue la alianza militar de defensa mutua entre la Unión Soviética y varios países de Europa del Este, sustentada en el Pacto de Varsovia. Esta última surgió para defenderse de la primera.
Fueron 12 los países que fundaron el organismo de defensa mutua, entre ellos 10 de Europa Occidental. Tiene sentido que Estados Unidos estuviera a la cabeza de la Alianza del Atlántico Norte debido a que fue el gran vencedor de la Segunda Guerra Mundial, condujo el plan Marshall en procura de la recuperación económica y a la estabilidad política de Europa y, mediante la OTAN, les ofrecía protección mutua ante las agresiones soviéticas. Esta protección mutua fue consignada en el artículo No. 5 del tratado del NATO, se establece que: “Las Partes acuerdan que un ataque armado contra una o más de ellas, que tenga lugar en Europa o en América del Norte, será considerado como un ataque dirigido contra todas ellas (…)”.
La expansión de la OTAN en Europa tiene relevancia debido a la evidencia incuestionable de que Europa fue el foco principal de la guerra mundial durante el periodo comprendido entre 1939 y 1945, concluyendo con la derrota y división del Reich alemán y, posteriormente, la edificación del muro de Berlín, que dividió la nación en Alemania Occidental (dominada por Estados Unidos) y Alemania Oriental (dominada por la URSS). En este contexto, las fuerzas militares se reordenarían en las regiones en conflicto. Esto acabaría conduciendo al rearme de la Alemania Occidental contra los intereses soviéticos. Y, encima de esto, el 9 de noviembre de 1989, Alemania Occidental fue admitida en la OTAN. A raíz de esta adhesión, EE.UU. y sus socios terminarían cubriendo gran parte del área vital de la Europa Occidental.
Extensión de la membresía del NATO:
Luego de su fundación en 1949, la Alianza del Atlántico Norte avanzó de la siguiente manera: en el año 1952 se adhirieron Grecia y Turquía; 1955 entraría Alemania Oriental; 1982 se integra España; en 1999 aceptarían a República Checa, Hungría y Polonia; en el 2004 se recibiría Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania, Rumania, Eslovaquia y Eslovenia; en el 2009 aprobarían a Albania y Croacia; en el 2017 le tocaría a Montenegro; en el 2020 se uniría Macedonia del Norte; en el 2023 se sumaría Finlandia; y en el 2024 se añadiría Suecia. De los 44 países que componen Europa, la OTAN opera en 30 de ellos. Sería decir que EE.UU. mediante el pacto de defensa mutua con los países de Europa extendió su frontera hasta Rusia. Y, es justo en este proceso de crecimiento que la OTAN termino integrando a 10 países de Europa del Este, 8 de ellos antiguos Estados partes del Pacto de Varsovia. En adición, el 2014 se presentó la oportunidad de sumarse a Ucrania. No era algo nuevo, pues Ucrania en 1991 se unió al Consejo de Cooperación del Atlántico Norte (CCNA), con lo cual se había generado un acercamiento a los fines aquí tratados. Siendo así, esto inicialmente ya representaba un peligro para la seguridad de Rusia. Pues ahora los territorios que antes eran parte de su área de influencia, pasaron a ser áreas estratégicas, en la contienda geopolítica, en contra de los intereses del Kremlin.
Consecuencias de la ampliación de la OTAN:
Siendo Rusia la única potencia de Eurasia que reclama por su seguridad ante el agrandamiento de la Alianza Atlántica hacia Europa del Este, es lógica la atención que nos merece el conjunto de acuerdos que se han producido entre la OTAN y el Kremlin. Por ejemplo, en 1997 se firmó el Acta Fundacional OTAN-Rusia que estableció un Consejo Conjunto Permanente OTAN-Rusia y, en el 2002, este fue reemplazado por el Consejo OTAN-Rusia (NRC) y, en el 2010, se realizaría el Tratado Nuevo START, el cual estableció límites verificables a las armas estratégicas ofensivas. No obstante, en este clima de diplomacia aquí descrito, en el 2014 Rusia se tomó Crimea (área vital de Ucrania para el acceso al mar Negro y el mar de Azov), como respuesta a los trabajos expansionistas de la OTAN, aunque expertos concluyen en que fue una afrenta nacionalista. Encima de esto, posteriormente, el 24 de febrero de 2022, Rusia realizó una invasión militar en Ucrania, conflicto vigente al día de hoy. No hay dudas de que expandir la OTAN estimula a Rusia a incrementar su defensa.
EE.UU. y sus socios en la OTAN:
Washington ha mantenido una relación pendular con sus socios en la NATO desde 2016 hasta el momento en que escribimos este artículo. Biden había reanimado la cooperación con sus socios de Europa y, desde luego, con Canadá. Se unificaron para apoyar a Ucrania ante la incursión militar de Rusia y brindaron apoyo económico y militar al aspirante a la membresía en la OTAN. La Casa Blanca marcó territorio y arremetía constantemente contra el Kremlin mediante sanciones y congelación de fondos a empresarios rusos, durante el periodo gubernamental 2021-2024. Con la transición en el gobierno este 2025, Donald Trump varió el ambiente de trabajo, acusó a sus socios de no pagar sus cuotas de la OTAN apropiadamente, cuestionó al presidente ucraniano Volodímir Zelenski ante las cámaras de televisión por su manejo imprudente en el conflicto y le amenazó con quitarle el apoyo económico y armamentístico si no aceptaba un entendimiento con Vladimir Putin. Encima de esto, inició una diplomacia tarifaria con Canadá, aumentándole el 25% por motivos ajenos a los asuntos con la OTAN, y a Dinamarca le ha presionado para que le ceda bajo acto de compra y venta la isla de Groenlandia. No hay dudas de que, con semejante accionar, Ucrania pasó del engrandecimiento en la resistencia ante los embates de las fuerzas armadas rusas a un insignificante parásito en la guerra con el Kremlin. Y, ahora reciente, Trump posteó en sus cuentas de redes sociales: «Putin has gone absolutely crazy». No hay dudas de que la OTAN, bajo la administración Trump, sufrirá de parálisis.
Conclusión:
En definitiva, aunque el Pacto de Varsovia fue disuelto, esto no le resta o quita sentido a la vigencia de la OTAN. No olvidemos que ese tratado de defensa colectiva lidereado por Rusia se estableció en 1955, en respuesta a la fundación de la OTAN, y no al revés. Por otro lado, la conducta de Rusia hacia sus vecinos de Europa Oriental resalta el interés de hacer volver el peso global de la URSS. En ese orden, la OTAN se justifica en su existencia y por otro lado, suple el vacío que deja el Consejo de Seguridad de la ONU ante no poder brindar protección oportuna a una nación bajo ataques, a causa del poder del veto que, en igual condiciones a USA, también tiene Rusia en ese órgano.
La OTAN no solo proporciona paz a Europa como región, sino que también actúa como un instrumento del poder geopolítico que respalda a Estados Unidos de América en su empresa hegemónica. Y, por otro lado, el Complejo Militar Industrial, encuentra en el NATO un mercado de gran envergadura. No hay duda de que la OTAN aún cumple su cometido de mantener a los agresores de Europa detrás de la línea. El avance de Rusia y China hacia occidente se presenta como un peligro de grandes niveles para una zona como Europa que depende del apoyo que les brinda la OTAN frente a sus potenciales agresores. En Rusia se preguntan: ¿Por qué la OTAN avanza hacia el Este de Europa? Pero en Europa y EE. UU. se podría preguntar: ¿Por qué China avanza hacia occidente? ¿Por qué Rusia avanza hacia el área nórdica del planeta? El realismo indica que los Estados avanza en procura de acceder a recursos que les garanticen poder y seguridad. Asi ha sido y así sera.
Parece que la OTAN no necesita agregar a Ucrania al pacto de defensa. Entiendo que la misión original de la OTAN está garantizada: proteger a Europa como espacio vital para el poder de Estados Unidos debido a su importancia económica, geopolítica y como socio estratégico.