La expansión de la inteligencia artificial (IA) generativa está dejando de ser una promesa tecnológica para convertirse en un fenómeno con consecuencias reales en el mercado laboral.
Lo que antes parecía impensable —que las máquinas sustituyeran tareas tradicionalmente humanas— hoy está ocurriendo en las mayores empresas del mundo.
Gigantes como Amazon, Meta e Intel han iniciado procesos de reestructuración masiva, en los que la automatización y la integración de sistemas de IA están desplazando a miles de empleados. Lo que comenzó como una herramienta de apoyo para agilizar procesos, se ha transformado en una revolución laboral que redefine la manera de trabajar y producir.

















































