Estados Unidos, a través de su embajada en Managua, ha lanzado un mensaje contundente a los ciudadanos nicaragüenses que residen de manera irregular en su territorio: autodeportarse o enfrentar consecuencias severas. En una comunicación oficial difundida este miércoles, se instó a los nicaragüenses indocumentados a regresar voluntariamente a su país utilizando la aplicación CBP Home, una herramienta digital que permite coordinar su salida de forma organizada.
“La aplicación CBP Home ofrece a los extranjeros que están en los EE. UU. ilegalmente la opción de irse ahora y ‘autodeportarse’, para que aún tengan la oportunidad de regresar legalmente en el futuro”, expresó la embajada en un mensaje publicado en redes sociales. El comunicado advierte que aquellos que no acojan esta opción serán localizados, deportados y quedarán permanentemente impedidos de ingresar legalmente a Estados Unidos.
Entre los beneficios destacados de la autodeportación se encuentran la posibilidad de elegir la fecha y el vuelo de salida, conservar los ingresos obtenidos en EE. UU. (si no se tienen antecedentes penales) y acceder en el futuro a oportunidades de inmigración legal. Incluso, se contempla la posibilidad de que el gobierno estadounidense cubra el costo del pasaje de quienes no puedan pagarlo.
Sin embargo, el comunicado también detalla una serie de consecuencias graves para quienes ignoren el llamado. Estos incluyen arrestos sin previo aviso por parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), multas de casi mil dólares por día tras una orden de deportación incumplida, sanciones de hasta 5,000 dólares por no cumplir con una autodeportación prometida, e incluso tiempo en prisión. La permanencia ilegal también conllevaría la pérdida definitiva del derecho a regularizarse dentro del sistema migratorio estadounidense.
El endurecimiento de esta política ocurre en el marco del segundo mandato de Donald Trump, quien ha transformado la gestión migratoria, sustituyendo herramientas anteriores como CBP One por mecanismos más orientados a la salida voluntaria o forzada. Este movimiento forma parte de un enfoque más estricto y disuasivo respecto a la inmigración indocumentada.
Actualmente, se estima que cerca del 20 % de los nicaragüenses viven fuera del país, principalmente en Estados Unidos y Costa Rica, y que la mitad de ellos se encuentra en situación migratoria irregular. La nueva advertencia de Washington marca un giro agresivo que podría tener repercusiones inmediatas en esta población vulnerable.