Editorial Especial
Por Junior Acosta
Productor Voces del Yuna.
Ayer, Estados Unidos oficializó su entrada militar al conflicto entre Israel e Irán con ataques aéreos coordinados sobre instalaciones estratégicas iraníes. Este evento no es solo una disputa internacional de potencias lejanas. La República Dominicana, como nación interdependiente en términos económicos, energéticos y geopolíticos, no está exenta del impacto de esta escalada militar. Las consecuencias de esta guerra se harán sentir con fuerza en nuestro territorio, en especial en tres áreas clave: la economía nacional, la seguridad energética y el comercio exterior.
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1. Crisis petrolera global: un golpe directo al bolsillo dominicano
La primera consecuencia tangible para el pueblo dominicano será el incremento en los precios de los combustibles y la energía eléctrica, consecuencia directa de la inestabilidad en el Golfo Pérsico. El 30% del petróleo mundial —más de 17 millones de barriles diarios— transita por el Estrecho de Ormuz, ubicado entre Irán y Omán. Si Irán decide cerrar este paso estratégico, como ya ha amenazado, el precio internacional del petróleo podría superar los 150 dólares por barril.
Impacto en RD:
• República Dominicana importa el 100% de su petróleo y derivados, por lo que un aumento del barril implica un alza inmediata en gasolina, gasoil, GLP y electricidad.
• El Banco Central proyectaba una inflación moderada para 2025, pero con un petróleo por encima de los $130, la inflación nacional podría subir más del 7% anual.
• El subsidio estatal a los combustibles podría duplicarse, afectando el gasto público y obligando al gobierno a recortar o redirigir fondos de sectores clave como salud y educación.
– Irán es un actor clave en la producción global de crudo. Si el conflicto bloquea Ormuz, el precio del barril Brent (que usa RD) podría superar los $100 dólares.
– RD importa el 84% de su energía: un golpe directo a la economía.
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2. Comercio exterior: presión sobre la balanza de pagos
Con un conflicto activo, la volatilidad en los mercados internacionales y el aumento de costos logísticos encarecerán las importaciones de alimentos, fertilizantes, maquinarias y combustibles. Esto agrava la ya delicada balanza comercial dominicana, que históricamente presenta déficits estructurales.
Datos clave:
• Más del 65% de los alimentos procesados que se consumen en RD son importados.
• El aumento de los fletes internacionales (como ocurrió durante el COVID-19) podría triplicar los costos de importación.
• Esto conllevaría escasez de ciertos productos o un aumento directo de los precios en colmados, supermercados y mercados.
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3. Tipo de cambio, deuda externa y turismo: tres vulnerabilidades expuestas
En tiempos de guerra, los inversionistas globales tienden a buscar “refugios seguros”, como el oro y el dólar estadounidense, saliendo de economías emergentes. Esto podría provocar:
• Presión sobre el tipo de cambio, con un dólar acercándose a los RD$65-70, encareciendo aún más las importaciones.
• Aumento del riesgo país, encareciendo el acceso al crédito internacional. La deuda dominicana, que ya supera el 60% del PIB, podría volverse insostenible si las tasas de interés internacionales suben.
• Impacto en el turismo, especialmente si se generaliza la percepción de inestabilidad global. Si Estados Unidos —de donde proviene más del 40% de nuestros turistas— entra en recesión, el flujo turístico hacia RD caerá significativamente.
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4. Riesgos de seguridad nacional e inteligencia regional
Aunque la República Dominicana no es objetivo militar directo en el conflicto, la región del Caribe no está aislada del tablero geopolítico. Estados Unidos posee bases militares y centros de inteligencia en Puerto Rico, Curazao y Guantánamo, lo que convierte al Caribe en una zona de interés estratégico para actores como Irán, Rusia o China.
Además:
• La migración irregular podría aumentar si hay inestabilidad económica o conflictos regionales colaterales.
• La inseguridad energética podría derivar en apagones más frecuentes si no se garantiza la estabilidad del suministro.
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La guerra no está lejos, sus efectos ya están aquí
La República Dominicana, como pequeña economía abierta y altamente dependiente de las importaciones, será uno de los países del Caribe más afectados indirectamente por este conflicto. La escalada bélica entre EE.UU.-Israel e Irán no es un titular lejano: es un factor que puede agravar la inflación, poner en jaque la estabilidad macroeconómica y golpear el nivel de vida de millones de dominicanos.
El gobierno debe prepararse para este escenario con medidas urgentes de contención económica, diversificación energética, estabilidad cambiaria y protección social. Los dominicanos debemos entender que las decisiones tomadas a miles de kilómetros de distancia pueden alterar profundamente nuestro presente y nuestro futuro.